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MENORCA RESERVA DE LA BIOSFERA

Menorca un gran parque natural

Toda Menorca es un gran parque natural, sobre todo para el visitante ocasional, que ve un sitio tan natural y tranquilo a tiro de piedra de la populosas y frenéticas ciudades Europeas, por eso esperemos que así perdure para las nuevas generaciones. No obstante, la zona abanderada de Menorca, por constituir en sí misma un todo representativo e indivisible como pocos, es el parque natural de s'Albufera d'es Grau, illa d'en Colom y Cap de Favaritx. Está situado en el Este de la isla, e incluye la zona húmeda más importante de Menorca. Cerca de la costa se encuentra la illa d'en Colom que forma parte indivisible del parque natural. Por su valor e interés, esta zona es el núcleo central de la Reserva de la Biosfera del programa MAB - UNESCO que engloba a toda la isla de Menorca.
Es un Parque Natural con tres áreas bien definidas y cada una formada por una gran variedad de ecosistemas: zonas húmedas, tierras de pastoreo y cultivo, montes boscosos, comunidades litorales, acantilados, dunas y playas. Sus valores naturales, paisajísticos y etnológicos, han hecho al área merecedora de parque natural, y sumando los otros atributos, a toda Menorca, "Reserva de la Biosfera" por la UNESCO.
Objetivos del parque:
* La conservación y mejora de su patrimonio natural, paisajístico y etnológico.
* La difusión pública y educativa de los valores de este importante patrimonio natural.
* La armonización de los usos legalmente permitidos, con el fín de conservar los valores del parque de s'Albufera d'es Grau.

S`Albufera d'es Grau es una laguna de 2 Km. de longitud y una superficie de unas 70 ha. situada a nivel del mar y cerrada por un sistema de dunas que le permiten el desagüe al Mediterráneo por un canal único y estrecho, a modo de río, la "Gola". El espejo de agua está salpicado con pequeñas islas, refugio inmejorable para las aves al no ser perturbadas, con algo de vegetación; son manchas verdes en un lago azul. El Prat es una zona que es la expresión de la vida del parque, puesto que a modo de ritmo cardiaco se inunda o se presenta seco, de acuerdo a la estación y el nivel de agua del lago.


La isla D'en Colom

Separada de la costa a escasos 200 m. el islote tiene una superficie de 60 ha, y su utilidad ha variado con los tiempos, se usó como lazareto, se cultivó una parte y se explotó con poca fortuna una mina de plomo. En la actualidad su uso es turístico, sobre todo de bañistas y visitantes ocasionales que acceden en barcas de recreo. La isla en sí está actualmente deshabitada.
Recordamos que la visita del interior de la Illa d'en Colom no está permitida, sólo es posible visitar sus playas.


Primera manifestación vegetal sobre la playa

Desde la playa hacia el interior, el primer grupo de plantas es un grupo de hierbas, poco denso y bajo, incapaz de parar el efecto del viento. Alguna planta forma una especie de "césped rastrero", como el Medicago marina.
También observamos fácilmente el cardo panical (Eryngium maritimum), una lechetruzna (Euphorbia paralias), el lirio de playa (Pancratium maritimum) o el carrizo de arenal (Ammophila arenaria), gramínea que corona y fija los primeros montículos de arena.


El extremo occidental de la playa

La vegetación posee un porte diferente respecto al sustrato, que en vez de ser de arena es terrícola y más consistente; aunque está protegida del viento dominante, recibe la influencia de la salazón marina. A pesar de ser un ambiente diferenciado del de la playa, el suelo es bastante escaso de anchura.
Respecto a las plantas, cerca del agua reconocemos el hinojo marino (Crythmum maritimum), soncos espinosos -algunos endémicos- y algunas hierbas como las espantazorras (Limonium ssp.). Más adentro, el porte de las plantas aumenta en altura, volumen y densidad. Si el viento no es muy constante, llega a crecer una espesa maquia de arbustos de baja o mediana altura. Vemos entre las plantas más representativas la manzanilla (Santolina chamaeciparissus susbp. Magonica), la cual tiende a crecer en las zonas posicionales marginales de la espesura; y otras como el jaguarzo negro (Cistus mospeliensis), el labiérnago endémico (Phillyrea media), la aliaga (Calycotome spinosa), el carrizo (Ampelodesma mauritanica), etc.
Confundiéndose con la maquia litoral, pero más hacia el interior y alejada del efecto salino del mar, podemos identificar otra comunidad vegetal. Es el grupo de plantas que forman el acebuchal. Se encuentra especialmente en las cimas de las elevaciones orográficas y tiende a desarrollarse mejor orientado hacia el sur o vertientes no castigadas por el viento de Tramuntana (norte). Toma formas arbustivas con frecuencia, dificiles de transitar, pero cuando dispone de condiciones favorables para crecer, toma la altura de un bosquecillo que puede llegar a los siete metros. No hemos de olvidar que, junto con el encinar, es la comunidad vegetal mejor adaptada a las condiciones ambientales de Menorca, por lo que es muy abundante. Las plantas más representativas son: el acebuche (Olea europacea var. Sylvestris), la zarzaparrilla (Smilax aspera), la lechetruzna arbustiva (Euphorbia dendroides), la esparraguera (Asparagus acutifolius) y otras que se nombran en agrupaciones vegetales más adelante.


El interior de las dunas

Alejándonos del mar, observamos que la vagetación va fijando la arena cada vez más. Respecto a la playa, se ven numerosas diferencias de composición y porte en la vegetación, así como el número de especies. El pinar-sabinar es fundamentalmente fijador de la arena, formándose dunas que crecen al ser retenidas. La sabina (Juniperus phoenicea var. lycia) y el pino carrasco (Pinus halepensis) son los predominantes. Esta masa vegetal tiene el importante papel de hacer de barrera natural entre la playa y el extremo oriental de la Albufera y Sa Gola. Observamos mayor diversidad de especies por los restos de otra vegetación boscosa: la alcina (Quercus ilex) y el brusco (Ruscus aculeatus) son buenos testimonios de esto. Junto con otra especie de pino,el pino real (Pinus pinea), vemos que el arbusto predominante es el lentisco (Pistacia lentiscus) y, principalmente entre las sabinas, dos lianas muy frecuentes: la hierba muernera (clematis flammula) y la rubia (Rubia peregrina).


La vegetación marjal

Esta comunidad vegetal ocupa el límite inferior de vegetación, tierra adentro y después de las dunas, en contacto con el nivel del mar pero no al lado de él. Las salicornias (Arthrocnemum fruticosum) se extienden uniformemente formando una alfombra de baja-mediana altura,bastante densa. Se comprueba la falta de sustrato arenoso. Algunas especies representativas del salicorniar, que incluso se adentra un poco dentro del pinar, son la olivardilla (Inula crythmoides), los juncos (Juncus acutus y J. maritimus), el tamarisco (Tamarix africana), la halimione (Halimione portulacoides), etc.



Sistema de compuertas de Sa Gola

Cerca de las casas de pescadores tenemos una vista amplia hacia la laguna, y también hacia el canal de comunicación con el mar, Sa Gola, rodeada de comunidades vegetales terretres.
Esta laguna tiene una posición bien definida dentro del ciclo del agua: podríamos considerarla como el sumidero del ciclo, allí donde van a parar todos los aportes marinos, a efectos de igualar el nivel de ambas cubetas, la lagunar y la litoral marítima. Esto es debido a que el régimen de lluvias de nuestra latitud es marcadamente temporal, siendo éstas de tipo torrencial, breves y de gran intensidad.
¿Cómo se comportará un suelo con este tipo de lluvias? Pronto quedará saturado de agua, y el resto,es difícil que pueda ser recibida por un suelo empapado, fluirá superficialmente por los torrentes, pendiente abajo, acentuándose si el tipo de sustrato es poco permeable (pertenece al país silícico menorquín). Pero pasarán también largas temporadas, sobre todo estivales, donde la lluvia es casi un milagro y los suelos de la cuenca se encuentran con sus reservas hídricas casi acabadas. Es entonces cuando la única reserva de agua para la laguna, ahora condenada a la desecación por la fuerte evaporación, es el mar, el cual, sobrado de agua, podríamos decir que invierte un excedente en la laguna lo que evita que se seque durante el verano. Pero el mar gana con esta inversión: cuando llegan las lluvias, el agua de Sa Gola, regresa al mar cargada de elementos nutritivos que enriquecerán la biomasa de las comunidades marinas litorales. Este proceso inverso aporta, por tanto, un beneficio.
El ecosistema acuático, por el hecho de existir, está en comunicación con una cuenca de drenaje, la cual suministra iones nutritivos a la laguna. Es un proceso ligado a la erosión continuada de los suelos, originado por el drenaje del agua de lluvia y acelerado o intensificado por el hombre, el cual elimina la cobertura vegetal de buena parte de los ecosistemas terretres. Estos materiales nutritivos, expuestos a la luz, permitirán el crecimiento de las comunidades vegetales acuáticas encima del sedimento de la laguna: de aquí la gran producción que presenta. En cambio, en el mar los elementos nutritivos se van acumulando en el fondo, donde ya no llega la luz del Sol a partir de una cierta profundidad, quedando así sellada la posibilidad de un ecosistema enormemente productivo. La poca profundidad de la laguna, de 2 a 3 metros, permite la total iluminación del ecosistema, y se puede decir que no hay momento de reposo para utilizar estos materiales esenciales para la vida. La laguna se transforma así en un ecosistema muy productivo, con capacidad para alimentar a un gran número de organismos. La comunidad vegetal es diferente de la terrestre, y puede asumir dos estados, dependiendo del grado de intercambio de agua con el mar: cuando este es pequeño o inexistente, estando Sa Gola colapsada por arena en su tramo que pasa por la playa, la comunidad se basa en organismos microscópicos que tiñen el agua de color verde reduciendo su transparencia. Aunque su biomasa es pequeña, su potencial reproductivo es tan elevado que se puede doblar en un día; visto desde la perspectiva de los consumidores (animales), la pequeña biomasa no presenta ningún problema, ya que pueden consumirla entera sin perjudicarla. Cuando, por el contrario, el flujo con el mar es grande, esta comunidad planctónica se ve rápidamente arrastrada por la corriente, formándose una comunidad vegetal filamentosa de algas verdes pegadas al fondo, junto con plantas herbáceas sumergidas enraizadas dentro del sedimento. El agua es más transparente y, en general, podemos decir que beneficia la vida de los grandes animales, que se guían por la vista en sus capturas de alimentos: los herbívoros buscan tubérculos y raíces, los carnívoros larvas de mosquitos o peces.


La marisma desde el puente de Sa Gola

Las orillas húmedas, al paso del flujo de agua por Sa Gola, pueden diferenciarse según su composición vegetal. Básicamente, hay, desde el puente mirando hacia tierra adentro, una comunidad diferente del salicorniar. Se trata de un grupo plantas no tan influenciadas por el agua salada, pero también creciendo sobre tierra inundada; es propiamente una pequeña marisma, compuesta por juncos en su parte más baja y cercana, e inmediatamente seguida por una cubierta uniforme de cañeta y espadaña (Phragmites australis y Typha latifolia). Veremos también, si nos acercamos por la carretera, otras plantas asociadas propias de este ambiente, que da buen cobijo a pájaros: es el caso de una o dos especies de correhuela (Convolvulus ssp.), la zarza (Rubus ulmifolius), una lechetruzna diferente a la de la playa y a la del acebuchal y la maquia (Euphorbia ssp.), etc.


Maquia arbustiva interior

Nos encontramos frente a una variedad formada por la propia del sabinar y una mezcla de maquia arbustiva más indefinida y compleja que la observada en el litoral occidental de la playa. Estas características y otras hacen que no la podamos identificar como una comunidad pura, dado su presente estado de crecimiento. Vemos como la arena, arrastrada en un principio por el viento, y luego colonizada por la vegetación, cabalga sobre el sustrato silícico de pizarral. La composoción floral de la maquia contigua al frente dunar es bastante diversa. Volvemos a encontrar las dos especies de pino, y también otras plantas abundantes, que destacamos por no haberlas citado todavía a lo largo del itinerario: la bruguera (Erica multiflora), el romero (Rosmarinus officinalis), el aladierno (Rhammus alaternus), la jara (Cistus laurifolius), la hierba Dorycnium pentaphyllum, etc. Observamos que aparece también la encina, que juega aquí un papel diferente al de su presencia residual en el pinar-sabinar; su abundancia dentro de la maquia así como un nivel incipiente de crecimiento por encima del resto de los arbustos, parece poder augurarle un futuro protagonismo en la búsqueda de una mayor estabilidad y madurez ecológica.


La fauna

Como era de esperar, lo más importante de la fauna de la laguna son las aves acuáticas y esto se ve reforzado al ser Menorca una estación, una parada en el largo viaje de las aves migratorias, y, como no, la zona húmeda del lago es la más propicia para el descanso y la reposición de las fuerzas. La presencia de otras aves más regulares acaba de conformar el paisaje aéreo, nos referimos al águila pescadora (Pandion haliaetus), el cormorán (Phalacrocorax aristotelis), roquero solitario (Monticula solitarius), las palomas salvajes (Columba livia), las currucas (Sulvis ssp.), la bisbita campestre (Abthus campestris), el alcaraván (Burhinus oedicnemus), cogujada montesina (Galerida theklae), terrera (Calandrella brachydactyla), la tórtola (Streptopelia), los porrones comunes (Aythya ferina), ánade silbón (Anas penelope), la focha (Fulica atra), el ánade real (Anas plathyrhynchos), las cercetas comunes (Anas creca) y las garzas (Ardea purpurea). También se suelen observar rapaces como el milano (Milvus milvus), el águila calzada (Hieratus pennatus), el zampullín chico (Tachibaptus ruficollis) o el halcón peregrino (Falco peregrinus).
En cuanto a los peces, las especies más comunes de s'Albufera son la anguila (anguilla anguilla), la lisa (Liza aurata i L. Ramada), el róbalo (Dicentrarchus labrax), los pejerrelles(Atherina boyeri), la galúa (Liza saliens) y la gambusia (Gambussia affinis holdbrooki), ésta introducida por el hombre.
Los mamíferos más representativos son el conejo (Oryctolagus cunniculus), el lirón (Epimys norvegicus), el erizo (Atelerix algirus), el lirón careto (Eliomys quercinus) y la marta (Mustela martes). En cuanto a los reptiles y a los anfibios, destacan el sapo verde (Bufo viridis balearicus), las ranas europeas (Emys orbicularis), la lagartija italiana (Podarcis sicula), la culebra de cogulla (Macroprotodon cucullatus), la culebra de escalera (Elaphe scalaris) y la ranita de San Antón (Hyla meridionalis).


La actividad humana del parque

Aquí podemos hablar de dos actividades bien definidas, una la agrícola, y la otra la población de la costa con las casetas de fin de semana y/o temporada de verano.
En cuanto a la actividad agrícola, es más o menos tradicional conformando parte del paisaje casi natural del parque y no representa en los usos actuales un peligro para el mismo. En cuanto a los asentamientos de la costa, la presión ha sido mayor hasta el punto de llegar a tener que recuperarse parte importante de territorio del parque por medio de la expropiación.
Los asentamientos tradicionales son mantenidos, pero el incremento del turismo también se deja sentir en las costas y la playa Des Grau, rincón menorquín que tiene una presencia turística importante pese a no tener hoteles cerca. La playa formada por una pronunciada entrada del mar, que termina formando una concha de muy poca profundidad y poca renovación del agua, la hacen propicia para los primeros baños de la temporada, puesto que sus aguas se calientan más rápidamente. También cabe destacar que al ser una playa de muy poca profundidad, es ideal para niños y ancianos no dispuestos a luchar con las olas y que prefieren estas tranquilas aguas.
El atardecer es un espectáculo de lo más bello, en estas aguas tranquilas, donde reposan mansas las barcas de los pescadores, y hasta las nerviosas lanchas fuera-borda, de los nerviosos visitantes ocasionales, y no tan ocasionales, también se las ve como se mecen al compás de unas ínfimas olas, que reflejan los últimos rayos de sol, inundando de color el Mediterráneo, las dunas, las laderas montañosas y hasta el mismo cielo se va tiñendo, y como en una especie de telón, el escenario del teatro, va siendo cubierto por la noche, lenta, muy lentamente.


Más sobre la Albufera Des Grau

El famoso Camino de Caballos, antiguamente destinado a la vigilancia del litoral menorquín, también pasa por el parque natural y es idóneo para pasear por s'Albufera des Grau, pasando cerca de la zona inundada, s'Illa d'en Colom, la balsa de Morella, la Torre dels Tamarells y de los yacimientos de Sa Torreta.
En la finca de Sa Torreta podemos encontrar un complejo talayótico, con mucha importancia arqueológica e histórica; y no muy lejos de éste, una torre de defensa en la finca de Sa Torre Blanca. En el extremo del cabo de Rambla, enfrente de la Illa d'en Colom, encontramos una torre de defensa cerca del mar, a una altura de unos 25 metros sobre el nivel del mar. Es la Torre de los Tamarells, también conocida como Torre de Sa Torreta o Torre de Rambla. Es una construcción que data del s. XVIII, troncocónica, con refuerzos de piedra de "marès" en el exterior y que posee tres plantas, estando la entrada principal en la central.
También destacan, en el ámbito etnológico, las paredes de piedra seca, las casas de Sa Bovaleta y Sa Boval Vella y los pozos y abrevaderos para animales.